jueves, 23 de abril de 2020

Leer la vida, vivir los libros

“Todas las penas pueden ser soportadas si las conviertes en una narración”. Estas palabras están en la primera página de Teatro de la caricia, el libro de un genio, Finzi Pasca. Desde que leí esta afirmación, la llevo en mi interior como una jaculatoria a la que me aferro cuando llega el desconsuelo. Los libros tienen ese inmenso poder de abrazar y acoger –hablábamos ayer de Galdós– y también tienen el poder de construir, como arquitectos de la emoción, mundos en los que puedes confinarte durante el tiempo que dure su lectura, o su relectura… Sumergirte en los libros y dejarte acariciar o despertar gracias a lo que otros dedos escribieron. Despegar a través de ellos para volar a otro tiempo, a otros lugares o a otras vidas. Largarte a otro universo y, al abandonar la atmósfera que te rodea, sentir que te desprendes de la gravedad de tu realidad, que flotas en otras. En este peculiar 23 de abril no paseará Sant Jordi por las calles de Barcelona, ni habrá actos en las librerías de toda España. Las conexiones virtuales tratarán de sustituir ese sensual roce entre autor y lector, sí, pero no será lo mismo. Nos perderemos el bendito contagio de la lectura y el acercamiento social de quienes acuden a una firma o a la búsqueda de tesoros de papel. Leer nunca es tiempo perdido, ni gastado, ni derrochado, leer es ganar tiempo, invertirlo, ensanchar nuestra vida y nuestra experiencia. Porque los libros no nacieron para sujetar puertas sino para abrirlas, no para decorar estanterías sino para amueblar cabezas y abrigar almas.
En este extraño Día del libro sumo a mi devoción por la lectura la que tengo por escribir, aunque a veces duela, como la vida… Hace justo un año estaba en plena escritura de mi tercera novela Los sabores perdidos y en el inicio de un duelo. Confinada en mi dolor, pero bajo el consuelo impagable de poder abandonar la gravedad de mi realidad durante un rato, para dar vida a otros personajes. ¿Y quién iba a decirme, a decirnos, cómo sería la vida un año después? Nadie puede saber ahora cómo serán los capítulos que no hemos leído aún de esta historia de terror, pero soñemos hoy con que el relato del próximo 23 de abril sea de puertas abiertas, luces encendidas, roces entre autor y lector, libros jóvenes en parques, libros viejos releídos y sabores reencontrados… Y leamos, aunque a veces duela. "Cuentan que cuando apareció, el público quedó muy impresionado. Estaba muy viejita, frágil. La acompañaron hasta un sillón y le ayudaron a sentarse. Ella tomó un poco de vino y empezó a contar historias. Las recordaba y las volvía a contar sin ningún papel entre sus arrugadas manos. Los jóvenes que estaban allí la miraban asombrados y silenciosos; la anciana era como una aparición. ¿De dónde vendría? ¿Quién sería? Hoy no importa. Basta con recordar que ella dijo una vez. 'Todas las penas pueden ser soportadas si las conviertes en una narración'".
Teatro de la caricia, de Finzi Pasca.

miércoles, 22 de abril de 2020

HORA DE LOS APLAUSOS

Como todos los días, a las 20 H, nos asomamos a nuestros balcones para aplaudir a todos los que nos cuidan con su trabajo, arriesgando su propia Salud.
👏👏👏👏👏👏👏👏

lunes, 20 de abril de 2020








He creado un albúm de fotos de animales, si quereís verlo, clickear sobre el siguiente enlace


Mi albúm de animales


También podeís añadir algunas de vuestras fotos.

Ánimo a todos!!!

miércoles, 15 de abril de 2020

COMBATIENDO EL CONFINAMIENTO CON FOTOMONTAJES



     


ANTES                                                            DESPUÉS


                         


Ver más fotomontajes

jueves, 2 de abril de 2020

SERIES





¿Por qué nos gustan tanto las series?

Nos gustan por su inmediatez, por su cercanía, porque sus personajes acaban siendo como de la familia, porque han dignificado la televisión, porque muchas veces reflejan mejor que el cine la realidad, por su sorpresa y porque están pero que muy bien hechas


LOS BENEFICIOS DE LEER


Todos los estudios apuntan a que leer favorece la concentración, aumenta la materia gris del cerebro, hace que seamos más empáticos y tengamos más éxito profesional.





MA. Sabadell
 Leer es una actividad antinatural en el ser humano, pues nuestro cerebro no está acostumbrado a mantener su atención fija sobre un punto durante mucho tiempo: enseguida tiende a despistarse ante cualquier nuevo estímulo. Si no, haga la prueba: la próxima vez que viaje en el autobús cronometre cuánto tiempo mantiene su mirada fija en un lugar; no más de 10 segundos. Según el psicólogo clínico Vaughan Bell en University College de Londres, "la capacidad de concentrarse en una sola tarea sin interrupciones representa una anomalía en la historia de nuestro desarrollo psicológico".

Sin embargo cada vez que empezamos a leer, el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro se pone en marcha, trabajando a toda velocidad para activar distintas áreas. Según el neurólogo Stanislas Dehaene del Collège de France "la capacidad lectora modifica el cerebro". Al parecer, hay más materia gris en la cabeza de un "león" y más neuronas en los cerebros que leen. Y un dato más curioso todavía. Según la psicóloga Nicole K. Speer de la Universidad de Washington, al leer recreamos lo imaginado de tal forma que se activan las mismas zonas cerebrales que lo hacen cuando observamos algo que está sucediendo en la realidad: para nuestro cerebro leer una novela es lo mismo a estar viviéndola. Y no solo eso, según un estudio del psicólogo Raymond Mar de la Universidad de Toronto las personas que leen novelas son más empáticas que los que leen libros especializados o los no lectores.

LIBRO: PATRIA





PATRIA 

De Fernando Aramburu